Éxito de la exposición sobre pueblos de colonización en San Isidro
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Éxito de la exposición sobre pueblos de colonización en San Isidro

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Éxito en la inauguración de la exposición sobre pueblos de colonización en San Isidro. El domingo 2 de noviembre tuvo lugar la apertura de la muestra “Pueblos de Colonización. Cuando la tierra te rechaza”, con una gran afluencia de público, y todavía se puede visitar los fines de semana hasta el día 30 de noviembre.

La Asociación Cultural Columba de San Isidro ha puesto en marcha este interesante proyecto que permite conocer la historia de los pueblos de colonización y los motivos por los que unos prosperaron más que otros. A modo de exposición de documentos históricos, fotografías antiguas y planos arquitectónicos, los visitantes pueden hacer un recorrido pedagógico de los inicios de los pueblos de colonización de la zona del Saladar, como El Realengo y San Isidro, y cómo ha sido su evolución hasta llegar a nuestros días.

Bajo el título de “Pueblos de Colonización. Cuando la tierra te rechaza”, la muestra puede visitarse hasta el 30 de noviembre en el Centro Cívico y Social de San Isidro en horario de sábados y domingos de 11:30 a 13:30 y de 17:00 a 19:00 horas. La inauguración oficial tuvo lugar con gran éxito y una masiva afluencia de público, el domingo 2 de noviembre. En un acto protocolario, el presidente de la Asociación Cultural Columba justificó el porqué de la exposición, he hizo pedagogía sobre la importancia de la misma.

Y es que esta exposición es una idea que responde a un interés generalizado a nivel nacional y no solo a nivel de pueblo o en el ámbito comarcal. Se estudia mucho últimamente el tema de la colonización. Aparecen libros, y ha habido tres grandes exposiciones en Madrid, Huesca y León, concretamente en Cerezales del Condado, donde el pueblo de San Isidro estuvo representado de una forma amplia. A raíz de ello, desde la Asociación Cultural Columba “decidimos hacer en San Isidro una exposición para mostrar la tarea del Instituto Nacional de Colonización que ha realizado en toda España dentro del proceso de transformación del campo español, de transformación rural, por la tarea concreta que hizo en nuestra zona, en la zona de de Saldares, que abarca San Isidro y El Realengo”, apunta el presidente de la asociación, José Manuel Cartagena.

Finalidad de la exposición

La finalidad de la muestra es, según indica Lucía Cartagena, miembro de la directiva de la Asociación Cultural Columba, dar a conocer, a través de imágenes, documentos y planos, “la importancia de las acciones del Instituto Nacional de Colonización y el origen de estas acciones aquí en la zona de los Saldares, que son los pueblos de El Realengo y de San Isidro en mayor medida, además de que la gente comprenda esas acciones y el esfuerzo que hicieron los primeros colonos para tener la calidad de vida que los dos pueblos tienen ahora”.

El nombre de la exposición “puede parecer un poco raro”, tal como admite el presidente de la asociación, José Manuel Cartagena, pero aclara que “decidimos llamarla Pueblos de Colonización porque es algo genérico e incluso está hecho con intención de atraer la atención específica hacia esta zona, y ‘Cuando la tierra te rechaza’ lo añadimos al título porque dentro de ese proceso de transformación del Instituto Nacional de Colonización creando pueblos por toda España, alguna gente se tuvo que trasladar desde sus lugares de origen hasta el lugar que le destinaron, digamos, al lugar que le dieron, al lote que le concedieron de forma forzosa, pero cuando llegaron allí encontraron bondad en el terreno. Esa bondad se traducía en una producción que daba respuesta al esfuerzo que estaban dedicando. Sin embargo, los primeros colonos llegaron aquí a San Isidro de forma voluntaria mayoritariamente, salvo un grupo de gente que procedía de la provincia de Albacete afectados por el embalse del Cenajo. Cuando llegó la gente que venía voluntariamente, se encontró un efecto contrario. La tierra lo rechazaba, y lo rechazaba casi planteándole un desafío: Vamos a ver cuánto aguantas. De hecho, muchos abandonaron. Y es que el terreno no presentaba índices de fertilidad adecuados. Las aguas eran malas, el terreno era malo y la productividad era mínima. Por eso lo de ‘Cuando la tierra te rechaza’, porque ha sido la experiencia de nuestros padres”.

Y las tierras dieron por fin sus frutos

Finalmente esas personas consiguieron que las tierras dieran frutos. La explicación clave está, tal como rememora el presidente de la asociación, en el Trasvase de Tajo-Segura. “Cuando las aguas dulces llegaron en el año 1979, las tierras empezaron a producir y se inició un proceso de transformación real en todos los sentidos, desde el punto de vista laboral, de producción de la tierra y social. Pero al principio hubo que aplicar mucho esfuerzo y sobre todo mucha resistencia. Aquí ha habido más abandonos de los que la literatura nos ha contado. Hay una expresión que hemos oído muchísimas veces los de mi generación, mientras hemos crecido, y la generación anterior también, que es aquello de ‘venían de día y se iban de noche'”, recuerda Cartagena.

En ese sentido, reconoce que “a todo el mundo nos daría, tal vez, un poco de vergüenza reconocer que no fuimos capaces de resistir”. Pero seguidamente matiza que “aquí nadie debió irse avergonzado, nadie”. Y explica al respecto que “quien se iba era simplemente porque no podía más y no tenía capacidad para quedarse. Algunos tuvieron que buscarse la vida. Muchos de nuestros mayores se iban al extranjero y otros buscaban actividades alternativas alrededor. Mientras, otros trataban de jugar un poco con la norma, con los límites de de lo legal y ponían negocios que no estaban permitidos por parte del Instituto. Pero la supervivencia estaba en juego y ante eso la premisa era: Aguanto y mientras aguanto trato de vivir lo mejor posible”, apunta José Manuel Cartagena.

Al respecto, el presidente de Columba señala que “nadie sabe de este tema más que quienes lo han vivido de primera mano, y por fortuna quedan muchos de la segunda generación. Nuestra exposición es una humilde contribución a su comprensión”.

Algo curioso que también se puede conocer en la exhibición, es que los pueblos de colonización de la zona sur y centro sur, como Extremadura, Andalucía y la zona de Levante, se parecen mucho. Pero desde la zona de Castilla-La Mancha subiendo hacia Madrid las edificaciones son diferentes. Sin embargo, todos tienen un componente identitario. “Si viaja uno en coche y pasa por un pueblo de colonización, acaba reconociéndolo”, asegura Cartagena.

El lugar elegido para esta iniciativa es el Centro Cívico y Social que, aunque no es el ideal en cuanto a dimensiones para albergar este tipo de exposiciones tal como expresa Cartagena, “sí nos amoldamos para intentar que nos resulte suficiente”.

Quien acuda a este edificio público de San Isidro los próximos fines de semana, podrá ver diferentes piezas como documentos, imágenes, fotografías y planos que tratan de poner de manifiesto qué es lo que ocurrió en San Isidro. “En algunos casos son reconocibles, en otros no. Lo que hacemos es contar la historia y certificarla con los documentos”, agrega el presidente de Columba.

Desarrollo desigual de los pueblos de colonización

Otro de los aspectos interesantes de la historia que se puede conocer a través de esta muestra es el desarrollo que experimentó, por ejemplo, San Isidro en relación a otros pueblos de colonización. “Tiene mucho que ver el contexto en el que se desarrollan. Particularmente si hablásemos de la diferencia de desarrollo entre San Isidro y El Realengo, los dos pueblos de la zona de Saldares, yo creo que una gran causa es, ni más ni menos, que el ferrocarril. El hecho de que aquí tuviésemos la estación de ferrocarril y en El Realengo no, donde el ferrocarril pasa por al lado, pero no tiene estación, ha tenido como consecuencia que aquí, en San Isidro, se haya atendido más a la edificación, que se hayan asentado más industrias. Pero por otro lado hay también un componente típico de tipo sociopolítico, siempre a mi entender. Mientras en San Isidro se generó un movimiento de independencia social y económica y se luchó por la segregación de Albatera, en El Realengo, en su día, les dieron a elegir si querían constituirse en Entidad Local Menor, la figura jurídica que teníamos nosotros anterior al municipio independiente, y votaron prácticamente por unanimidad que preferían seguir siendo barrio de Crevillente. Claro, eso es significativo. Ellos quisieron eso y Crevillente obró un poco en consecuencia, es decir, si eres barrio mío, pues te considero un barrio más, no un núcleo de población independiente. Y digamos que han tenido menos opciones a nivel de edificación y menos opciones a nivel socioeconómico. Pero el trabajo que han hecho los habitantes es el mismo que hemos hecho los de San Isidro. La satisfacción por haber llegado a donde se encuentran es la misma que tenemos los de San Isidro. No hay nadie en El Realengo que sienta que es menos que alguien de San Isidro. Ese es el clima que se respira. Otra cosa es que nos indique lo contrario cuando ves el crecimiento de población de ambos municipios. Pero por lo demás, somos hermanos”, explica el presidente de la Asociación Cultural.

Para terminar, Lucía Cartagena, como miembro de la asociación organizadora, ha lanzado un llamamiento a la población, a la que ha animado a que visite la exposición. “Nos parece una gran oportunidad para que todo el mundo, desde los jóvenes hasta gente de las primeras generaciones del pueblo que pueden dar testimonio de todo esto, vean cómo se formó el pueblo”.

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